martes, 22 de enero de 2013

Te vas ilusa ilusión.


Te vas a la ciudad definitiva sin mí, 
perdonarás que no te vaya a despedir. 
(la que se va soy yo)
La noche corta como un cristal roto y tú 
estarás tan triste como hermosa
(hermoso y sencillo)

Tu luz, quemó mis naves cargadas de incertidumbre 
y el corazón que sobre tu mesa yo puse 
para cenar la noche en que nos dispusimos 
a saltar de la mano al precipicio. 

Y yo procuraré sonreír más a menudo 
("quiero que esa sonrisa sea mia")
y acostarme a una hora prudente. 
Tú me enseñaste que afuera, siempre, 
me está esperando una nueva mañana 
como aquella nuestra, radiante y soleada. 
("ya esta, la cagada ya te la mandaste, ahora se vos, pero VOS")

Te vas a la ciudad definitiva y en Madrid 
quedamos huérfanos y enfermos. Te vas a reír, 
pero pregunto cada noche a los fantasmas 
que habitan mis bares 
cuándo vuelves a casa

Los días caen lentos como el polen de un árbol, 
cubriendo todo mi jardín de desencanto. 
Un sucedáneo de la vida será al fin 
el tiempo que he de recorrer sin ti. 

Y yo procuraré no suspirar tan a menudo 
("no suspires cuando no sabes que hacer")
y acostarme a una hora prudente. 
Yo sé que afuera, inevitablemente, 
me está esperando una nueva mañana. 
Lo prometiste, radiante y soleada. 

Y tú procurarás cumplir con lo que has prometido
(cuidate)
ser fuerte y devorar la manzana. 
Has de pensar cada nueva mañana 
que un tipo a menudo piensa en ti y sonríe 
aunque quizá no sean sus días más felices.
(pensa que cada nueva mañana esta tipa piensa en ti y sonrie aunque no sea su día mas feliz) 

Y yo procuraré mantener la luz encendida 
por si se te ocurre volver de repente
Alumbrara este recuerdo incandescente 
el camino de vuelta, aquel que trazaron antes 
viejos fugitivos y nuevos amantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario